martes, 15 de julio de 2025

Miedo

 14-12-2020

 Tu vida ha sido cómoda y regalada; has visto como el azul del cielo deja paso a negras y atronadoras nubes, pero nada anula tu libertad cuando trotas por el campo. Te han cuidado y mimado con cariño. No conoces otra forma de vivir. Alguien se acerca y te acaricia, tú te revuelves entre incomodo y asustado, sabes que esta atención es el principio de algo desconocido, de un peligro cercano.

Una voz ronca te susurra  -prepárate, es tu gran oportunidad, el momento que estábamos esperando. Sal y anda, camina, corre, vuela si es preciso, no dejes que nadie te frene. Levanta la cabeza; déjate acariciar por el viento-

Mientras la voz se aleja sus palabras resuenan en tus oidos. Algo te advierte del desconocido peligro. Que no te asusten las voces y gritos que suenan a tu alrededor. Tu puedes con lo que te espera fuera, solo tu seguridad podrá anularlos. No importa si no has visto el gran ruedo del exterior. Es el momento de demostrar tu valor.

Por fin ha llegado la hora que temías y deseabas. Sales al exterior, pero no ves el campo verde que esperabas encontrar, te detienes presintiendo el peligro, las voces se están acercando, quieres retroceder pero no puedes, te obligan a avanzar hasta que entras en el ruedo alguien grita.

-¡Es un manso!- mientras sientes como algo se te clava en el lomo.

 

domingo, 13 de julio de 2025

La gran cena

 -Tienes visita Mariano- entra el carcelero dando golpes, con una porra, en
las rejas de la puerta.
-Ya sabes que no quiero ver a nadie, polizonte, solo te veo a 􀆟 por
obligación, aunque, si pudiera, te haría desaparecer también.
-No te creo, estoy seguro que me echaras de menos- Ahora es el carcelero
el que adopta una ac􀆟tud provocadora. -Soy la única persona que te
aguanta.
-Me aguantas porque no 􀆟enes mas remedio, es tu obligación. En cuanto
a la visita que dices que tengo, la veré si es mi parienta y la invitaré a cenar.
A con􀆟nuación, Mariano entrega un papel al guardian.
-Aquí 􀆟enes la lista de lo que nos traerás para la gran cena a la que tengo
derecho como condenado a muerte.
El guardián va a buscar a la “parienta” de Mariano, la deja en la celda y a
con􀆟nuación se va a buscar la gran cena.
-Ya puedes irte polizote, necesitamos estar solos.
Después de dos horas, Mariano llama la guadian.
-Ya puedes acompañar a mi parienta, ya nos hemos despedido.
El guardián coje de la mano a la asustada mujer mientras que ella, con la
otra, se sujeta el velo que cubre su cabeza.
-Esto de que vuestra religión os obligue a taparos la cara es una las􀆟ma- le
dice el guardia mientras la coge por la cintura y, sin saber como, recibe un
fuerte puñetazo en la cara. A con􀆟nuación la mujer corre a toda velocidad
hacia la puerta de salida, perdiendo el velo y dejando al descubierto unos
pantalones de presidiario.
-Mariano, hijo de p. ya me la has jugado otra vez.

sábado, 12 de julio de 2025

El gran lector

 

22-02-2021

 

 El gran lector

En un lugar de La Mancha, donde abundan los molinos y escasea el agua, había un castillo en el que vivía un ilustre caballero que pasaba las horas leyendo y leyendo sin parar. Era tanta su afición que, por mucho que lo intentara, no conseguía parar.

-Amigo querido, es tanta la lectura que me falta que no podré conseguir terminar antes de que me visite la gran dama negra que todos estamos esperando.

Así se lamentaba el ilustre caballero pidiendo consuelo y orientación a su vecino Sancho.

-Yo os puedo ayudar, mi señor, después de mucho pensar se me ha ocurrido algo que os puede ayudar.

-Mi señor, he pensado que mientras vos leéis un libro, yo leeré otro y así al final del día, entre los dos, habremos leído el doble.

Pareciole al ilustre caballero un buen consejo, así se pusieron los dos a leer y leer, sin parar. Y como el amigo Sancho no sabía leer, pasaba rápidamente las hojas del libro. Así consiguió leer mas libros que su señor.

Mientras, el ilustre caballero, leía y leía sin parar día y noche, al día siguiente explicaba las historias a su familia y amigos

-Querido amigo Sancho, entre los libros que yo leo y los que tu miras estamos llegando al final, y, aunque aun nos quedan libros por leer, he pensado que no hace falta que nos apresuremos para terminar, Mi familia y amigos ya no quieren escuchar mas historias y, cuando me ven llegar corren a esconderse como los ratones cuando presienten la llegada del gato.

Fue así como el ilustre caballero, al no tener a quien explicar sus historias, fue perdiendo su afición por la lectura.

Cuando consiguió eliminar por completo su excesiva aficion noto un gran vacio en su interior llegando a la conclusion de que necesitaba volver a llenar aquel gran hueco.

-Querido amigo Sancho es necesario volver a empezar la lectura si no queremos que nos visite la gran dama negra que todos estamos esperando…

Pero eso ya es otra historia

 

 

Pido perdón, por mi osadía, a Don Miguel de Cervantes

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